Christopher Nolan suele recurrir a señas de identidad muy reconocibles, desde las narraciones no lineales, los flashbacks, la simetría visual o la participación de Michael Caine, pero ¿sabrías qué es lo que más le gusta filmar en sus películas? Las manos de sus personajes. Casi se parecería al maestro Bresson, cineasta que también prestó una gran atención a este aspecto en su trabajo. Pero, ¿a qué podría deberse esta predisposición por los primeros planos de las manos? Podrían barajarse cualquier teoría; de hecho, el director los usa para hacer muchas cosas diferentes: desde revelar un elemento clave de la trama o del personaje a mostrar una acción. Piense en cómo Leonard toma Polaroids en Memento o cómo Cobb hace girar la peonza en Origen. Mi observación al respecto es que Christopher Nolan pretende que el espectador de sus películas no se muestre pasivo en la butaca, sino que vaya pensando al mismo tiempo que visiona las imágenes.
Es decir, es un cine que contradeciría a la época dorada de Hollywood en este otro aspecto: ya no serían los ojos lo que transmita la información de sus personajes. La mirada del actor o el paisaje recortado en la pantalla transmiten una emoción, pero los primeros planos de una mano te hacen pensar. ¿Por qué nos muestra incesantemente esa nota? ¿Qué tendrá ese otro detalle en especial?

En algunas de las tomas más interesantes de “Memento” participa la mano sosteniendo alguna Polaroid o nos la muestra como una piel tatuada de mensajes, que sirvan de recordatorios o advertencias en el futuro. Con todo esto, Leonard (Guy Pearce) afrontaba el problema de memoria que sufría su personaje.
En el caso de “Insomnio” comienza con un pulgar enguantado de látex frotando una mancha de sangre; formando parte del estilo realista del director.

Nolan “El truco final”, presentaba algunos trucos de mano, pero también cómo esta podría llegar a ser la perdición de sus personajes.

Y como último ejemplo, le permitía a Cobb (Leonardo DiCaprico) que hiciera girar la peonza, su “tótem” para poder establecer si su personaje estaba en el mundo real o en un sueño, al mismo tiempo que le hacía recordar su amor perdido.


